Líderes religiosos de todo el mundo se unen para impulsar una Directiva europea fuerte sobre la diligencia debida
En una gran muestra de solidaridad, más de 160 líderes religiosos de todo el mundo, hombres y mujeres de diversas confesiones, se han unido en una declaración común en la que urgen a los legisladores de la Unión Europea a adoptar un marco jurídico sólido para responsabilizar a las empresas de los daños ocasionados al medio ambiente y de las violaciones de los derechos humanos. La declaración, publicada por CIDSE - la familia internacional de organizaciones católicas a favor de la justicia social - destaca la urgente necesidad de una economía mundial sostenible y justa, y señala el papel crucial que puede desempeñar el proyecto de Directiva de la UE sobre la diligencia debida de las empresas en materia de sostenibilidad, para salvaguardar los derechos humanos y el planeta. Esta no es la primera vez que líderes religiosos se pronuncian a favor de leyes obligatorias para prevenir y remediar los abusos empresariales. En 2020, más de 230 obispos católicos pidieron una legislación similar.
En la declaración, los líderes religiosos reclaman una legislación europea sólida que esté en conformidad con las normas internacionales y que cubra un amplio y sustancial rango de impactos sobre los derechos humanos y el medio ambiente a lo largo de toda la cadena de valore de una empresa. Entre las exigencias planteadas, la responsabilidad civil ocupa un lugar fundamental. Para los líderes religiosos, "Cuando las empresas causan o contribuyen al daño, no se debe esperar que las víctimas lleven la carga de la prueba". Asimismo, piden al Parlamento, al Consejo y a la Comisión de la UE que presten una atención especial a los pueblos indígenas, a las mujeres y a los defensores de los derechos humanos y del medio ambiente, que son quienes más sufren los abusos de las empresas.
"Estoy convencido de que no sólo debemos proteger a los pueblos indígenas y otros pueblos de los abusos de las empresas, sino a todas las criaturas - sobre todo teniendo en cuenta el rápido aumento de la pérdida de biodiversidad", declaró Kees Nieuwerth, cuáquero y ex vicepresidente del Consejo de Iglesias de los Países Bajos; "Incluso aquí, en los Países Bajos, las comunidades - no sólo humanas, sino también vegetales y animales - se ven amenazadas por la continua contaminación del entorno natural por parte de las grandes empresas", añadió.
Los líderes religiosos del Sur Global suelen estar cerca de las comunidades que experimentan de primera mano los efectos devastadores de las actividades empresariales, especialmente cuando los grandes proyectos extractivistas o agroindustriales violan sus derechos.
Uno de ellos es Dom Vicente Ferreira, actualmente obispo de Bahía (Brasil), anteriormente obispo auxiliar de Belo Horizonte. En 2019, cuando una presa certificada como segura por una empresa de la UE se derrumbó en Brumadinho, matando a 270 personas y causando daños ambientales duraderos, monseñor Ferreira y su comunidad estaban dispuestos a ayudar a las víctimas.
"Este es un llamado a proteger a las personas y al planeta, viviendo nuestra fe en relación con toda la creación de Dios. Debemos alzar las voces de las comunidades locales y llevarlas a la mesa de los responsables de la toma de decisiones", afirmó la Hna. Maamalifar M. Poreku, co-secretaria ejecutiva de la Comisión JPIC (Justice, Peace and the Integrity of Creation) Comisión USG and UISG, quien recordó las palabras de un campesino de Apurimac, en Perú, que expresaban el sentir de muchos de los que se enfrentan a la impunidad empresarial: "¿Tenemos que morir para que nuestro país tenga dinero?" y que añadió "¿Tiene que morir gente para que las empresas ganen dinero sin pensar en el planeta y en la gente?".
Directiva de la UE sobre la diligencia debida de las empresas en materia de sostenibilidad está siendo objeto de negociaciones interinstitucionales a tres bandas o "triálogos", que se espera concluyan a finales de año. Las comunidades religiosas tienen grandes expectativas puestas en los responsables de la UE:
"Nuestra tierra en África se ve amenazada a diario por actividades empresariales, a menudo vinculadas a negocios en regiones más ricas del mundo. Necesitamos que la Unión Europea asuma sus responsabilidades y adopte una ley fuerte", declaró Mons. Stephen Dami MAMZA, obispo de Yola (Nigeria) y presidente de la Comisión de Justicia, Paz y Desarrollo del SECAM.
"Esta importante declaración no puede ser ignorada por los responsables de la toma de decisiones. Los grupos confesionales se suman a decenas de miles de ciudadanos, grupos de la sociedad civil y sindicatos que reclaman una directiva firme", declaró Josianne Gauthier, secretaria general de la CIDSE. "Todos somos una familia humana, estamos interconectados y somos parte integrante de la Creación; reconocer este hecho es crucial para construir un sistema económico sostenible. Juntos podemos marcar la diferencia y mejorar la economía mundial", añadió.
Firmantes: